La llamada fiesta de la Epifanía o Adoración de los Reyes Magos hunde sus raíces en el pasado más remoto y misterioso. Las primeras huellas de una festividad equivalente pueden encontrarse en el Egipto faraónico, para el cual la fecha del 11 tybi (6 de enero) era el día de la “manifestación del nuevo sol”. Epifanía, precisamente, quiere decir “manifestación”.
En los Evangelios el papel de los Reyes Magos está muy difuminado y hace falta recurrir a una interpretación esotérica para advertir su significado. Para René Guénon la figura de los tres Reyes Magos, “venidos de Oriente”, son la actualización de Melkisedec, mítico rey de Salem, “señor de paz y justicia”, a la vez que rey, sacerdote y profeta, un equivalente hebreo a la tradición universal del Rey del Mundo.
Adentrándose en los mitos de su iconografía, iconología y símbilos asociadas a cada uno de ellos tenemos representados en cuadros, códices, pinturas y grabados desde el siglo IV principalmente en Europa media y el Medio Oriente las siguientes correlaciones:Los Tres Reyes Magos, sus ofrendas, su apariencia y el animal que les vincula.
·Melchor: Un anciano blanco con barbas blancas. Su regalo para Jesús es oro, representando su naturaleza real. El Camello le transporta. La tración que representa es la línea del conocimiento Védico de la India. Quzá el más antiguo, a los vedas como fuente de conocimiento y a la tradiciòn solar como la línea más consistente de los Avataras, hijos del Bishnu y Shiva, reencarnado para dotar al hombre del camino del retorno al sol. La ofrenda es en alquimia el oro de los filósofos o el fuego universal de la Gran Obra.
·Gaspar: Joven de cabellos negros. Su regalo es el incienso, que representa la naturaleza divina de Jesús. El animal que monta es el Caballo, símbolo de la inteligencia humana que puede domesticar los impulsos. La tradión que representa es el Zoroastrismo Persa, vigente en los tiempos del cautiverio Judío en Babilonia y máxima representación del Mazdeismo, el Or Mazda como Rey Sol que se manifiesta como el misterio de la esfige aldada que guarda el Gran Secreto. El incienso como ofrenda representa al aire, la inteligencia de los cielos y la ciencia de la naturaleza. Tradición del Turquesrtán transhimalayico que de vez en vez deja vertir las grandes enseñanzas a las tierras bajas de Turkia, Irán, Irák y desde luego Palestina, los recolectores de la Miel Dorada, el alimento de los hombre inmortales, la tradición Solar Sarmon o Sarmuni, de donde tiempos después abrebara el Gran Profeta Muhamad, el Señór lo Tenga en Su Gloria, llamado Mohamed o Maoma, descendiente la tribu de Ismael, y quién recibera el gran Secreto del Rostro del enviado Arcángel Gabriel. Sigue leyendo