ElLitoral
Varios pueblos y ciudades en el centro de China, construidos para las víctimas del terremoto de Wenchuan de 2008, están vacíos porque nadie quiere vivir en ellos al encontrarse junto a montañas de fosfoyesos, un residuo altamente contaminante, denunció un estudio publicado por Greenpeace.
Lang Xiyu, experto perteneciente a la organización, explicó que quienes sí viven junto a estos fosfoyesos -restos de la producción de fosfatos utilizados como fertilizante- denuncian que “sienten dolor” al beber el agua de las cercanías y notan un empeoramiento generalizado de la salud. Sigue leyendo