Ana Mª.Márquez
El 6 de Julio de 2011, el periódico de “Las Provincias” abría sus rotativas con el titular “El Fantasma de la Misericordia”. Para reafirmar lo expuesto en el titular añadía “Empleadas de la limpieza y vigilantes aseguran haber visto fenómenos extraños en un edificio que albergó un antiguo orfanato. Los Guardias de Seguridad se niegan a trabajar de noche en el complejo educativo”.
El complejo de la Misericordia fue la antigua Casa Hospicio de Pobres de Nuestra Señora de la Misericordia. Hoy día alberga la sede en Valencia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), un instituto de Enseñanza Secundaria, otro de Formación Profesional y otros tres centros más. Unos 4.000 estudiantes y 200 profesores comparten las instalaciones situadas entre el Hospital General de Valencia y el centro comercial Gran Turia.
Sede de la UNED en el complejo de la Misericordia en Valencia(http://www.uned.es).
Empleadas de la limpieza y vigilantes de seguridad del antiguo orfanato aseveran haber presenciado fenómenos paranormales que desafían la imaginación de los estudiantes, profesores y trabajadores de los seis centros. Luces que se encienden y apagan, cuadros que caen al suelo sin motivo aparente, ruidos extraños de madrugada y hasta el llanto de un niño que una mujer asegura que vio en una ventana.
Tanta es la sugestión o el miedo que algunos vigilantes se niegan a trabajar por las noches en las dependencias educativas. La primera de las apariciones tuvo lugar hace aproximadamente dos años. Según relata Nicolás, vigilante por aquel entonces del complejo educativo, su mujer fue una de las primeras personas que vio el supuesto espectro del muchacho.
El guardia de seguridad perdió las llaves de su coche durante el servicio nocturno, por lo que llamó por teléfono a su esposa para que le llevara otra llave. Fue entonces cuando la mujer vio la imagen de un niño, según su versión, que le saludaba desde la ventana del tercer piso del edificio que albergó el antiguo hospicio. Su marido le dijo que era imposible, ya que no había ningún alumno en las aulas a esa hora de la madrugada.
Pocos son los alumnos que no han oído hablar del supuesto espectro del niño. Los comentarios corrieron de boca en boca como la pólvora y llegaron hasta un grupo de parapsicólogos. Un equipo de especialistas se desplazó al barrio de la Fuensanta para hablar con algunas de las personas que vivieron de primera mano el extraño suceso.
Pero no fue el único fenómeno excepcional ocurrido en los últimos tres años en los pasillos y aulas de la antigua Casa Hospicio de Pobres de Nuestra Señora de la Misericordia. Hace tres meses, un cuadro cayó al suelo en un pasillo donde no había corrientes de aire al estar todas las ventanas cerradas. Un vigilante, que fue testigo del insólito hecho, se acercó para comprobar el motivo y vio que la alcayata estaba en su sitio.
Dos empleadas de la limpieza también aseguran haber oído el llanto de un niño cuando trabajaban en horario nocturno. Las mujeres se asustaron y llamaron al vigilante. «Algunas veces las luces se apagaban y luego se encendían poco después, pero yo creo que esto se debía a un fallo eléctrico», afirma Andrés V., otro vigilante que trabajó hace tiempo en el complejo educativo, «La única vez que me asusté un poco fue una noche que escuché un tremendo ruido como si hubiese caído un armario o algo metálico. Entré con mi linterna pero no vi nada raro», recuerda el guardia de seguridad.
Hace unos días me escribió un antiguo alumno del colegio “La Misericordia” , Ismael Sánchez, diciéndome cual era la verdadera historia de la muerte de algunos amigos suyos en el colegio bien distinta a la contada en el periódico “Las Provincias”. Esta es su historia:
Antes de irme a la sección, si no recuerdo mal era la séptima, me asomé al balcón. Arriba estaba José Miguel Rincón Campos con un bote de Cola-cao.
Fuentes consultadas:http://www.lasprovincias.es