El S.S. Ventnor zarpó desde Nueva Zelanda rumbo a China en 1902, pero desapareció a las 48 horas. Un investigador sintió «una llamada espiritual» desde el fondo del mar y lo encontró.
El S.S. Ventnor se hundió hace 112 años al norte de la costa de Nueva Zelandia con una carga inusual: los cuerpos de 499 mineros chinos, algunos en ataúdes de madera y otros en cofres de zinc.
Habían ido a la isla de Oceanía para probar suerte buscando oro y pagando como adelanto el viaje de vuelta, sin considerar si lo hacían vivos o muertos. Las historias sobre la leyenda del buque maldito proliferaron desde entonces a lo largo de la bahía Hokianga, el accidente costero más cercano al lugar de la tragedia.
Allí se encontraba el documentalista amateur John Albert, según consigna el sitio de noticias local Stuff, cuando conoció la historia del S.S. Ventnor y «sintió un escalofrío, como si un espíritu lo hubiera poseído».