El gatito, hallado en una ciudad búlgara, suscitó quejas en las redes por maltrato. Pero nadie lo tiñó. Es verde por una rara costumbre.
Las redes sociales estallaron cuando habitantes de un barrio de Varna, la tercera mayor ciudad de Bulgaria, fotografiaron un gato callejero de color verde.
De inmediato los defensores de animales saltaron por Twitter y Facebook a quejarse y a denunciar que algún maltratador había teñido al felino. Pero no es así.
Los habitantes de Varna estudiaron las costumbres del animalito y descubrieron que eligió como cucha una lata de pintura en polvo en un garage abandonado. De tanto dormir en ese lugar, el gato quedó verde. Y a él parece no molestarle.
Ahora los veterinarios intentan examinar al felino para saber si esta tintura daña su salud. Pero aseguran que es huraño y huidizo, por lo que no pueden llevarlo a revisión.
La esencia misma del Misterio 