La tradición más romántica la encabeza Estados Unidos, un país donde no puede faltar el beso de medianoche. Aunque no se conoce con precisión el origen de este rito, hay explicaciones para todos los gustos. La más curiosa sitúa la fecha de inicio en la época romana, cuando durante el festival de Saturnalia –con fecha próxima al Año Nuevo– todos los asistentes se besaban.
Los estadounidenses creen que no dar un beso justo después de las doce de la última noche del año asegura 365 días de soledad. Inlcuso hay estudios sobre el tema, como el que llevó a cabo el Washington Times. En su análisis se afirmaba que dos tercios de la población de Estados Unidos esperaban compartir el beso de Año Nuevo con alguien, y únicamente un 10% de ellos no tenía espectativas de poder cumplir con la tradición.
La parte más curiosa del estudio llega en cuanto al tiempo que se deseaba que durase el contacto. El 69% afirmaban que el beso sería de unos segundos, mientras que el 11% confesaba que el encuentro labial se demoraría durante un minuto o dos. El 6% más atrevido esperaba no separarse de su pareja hasta la mañana siguiente.
Fuente: Aurora Vasco /ABC