En muchas ocasiones el misterio llega de muy diferentes formas y no todo ello tiene porqué ser tildado de “paranormal”, se pueden encontrar otras muchas explicaciones que, sin dudas, dentro de nuestra Física Cuántica, podría explicar “convenientemente” un caso o una vivencia inexplicable. No son fantasmas ni hechos espectrales aunque para sus protagonistas podría haber sucedido bajo cualquiera de estas premisas, más bien se trata de viajes en el tiempo, más allá de la realidad y más allá de los límites de la imaginación del ser humano.
En modernas enciclopedias virtuales podemos encontrar la definición de viaje en el tiempo como: “El viaje a través del tiempo es un concepto de desplazamiento hacia delante o atrás en diferentes puntos del tiempo, así como lo hacemos en el espacio. Adicionalmente, algunas interpretaciones de viaje en el tiempo sugieren la posibilidad de viajes entre realidades o universos paralelos”. Pero… ¿Es posible viajar en el tiempo?
Salto en el tiempo a la Andalucía del 1930
En muchas ocasiones me habéis leído historias de fantasmas y casas encantadas, un terreno que causa fascinación, la misma que hace unas décadas tenía el tema OVNI, y es que el misterio también se rige por sus propias modas. En pocas ocasiones he escrito de automóviles fantasmas, en ninguna, si vehículos malditos, por recordar al ‘pequeño bastardo’ de James Dean o el pomposo auto del archiduque que originó la Primera Guerra Mundial.
Pero el misterio no tiene hora, ni un reloj por el que guiar sus incomprensibles actos. El misterio es caprichoso y se manifiesta de diferentes formas. Así, en una carretera secundaria de Andalucía nos encontramos a una familia que, al caer la noche, circulaba por la misma. Conducía Diego, el cabeza de familia, e iba acompañado por su esposa, su suegra y sus hijos -de 4 y 6 años-.
Diego recuerda: “hacía ya frío y llevaba la calefacción puesta, al dejar atrás una de las curvas de la carretera mujer comenzó a decirme que me había equivocado y que aquella carretera era muy rara. Y no le faltaba razón, no sabía dónde estaba. Sólo quería encontrar de nuevo el acceso a la autovía y reorientar nuestro regreso de la forma más rápida posible”. No circulaba a gran velocidad, consciente de la edad de los pasajeros y de su desconocimiento por donde circulaba. Entonces iba a ocurrir algo muy raro.
Nuestro protagonista pensó que no debía pasar mucho tiempo sin ver a otro vehículo o, incluso, a la Guardia Civil, y entonces preguntaría. Fue cuando “a lo lejos vi las luces rojas de otro automóvil, y respiré aliviado, aceleré un poco para acercarme y me sorprendí mucho. ¡Era un vehículo de época! Tipo Ford T o algo así. Entonces les dije a todos que miraran para ver aquel espectáculo. Era blanco y negro, bien cuidado, y circulaba a no más de 60 kms/h. No podía perder el tiempo y lo comencé a adelantar para situarme junto a la ventanilla del conductor y hacerle alguna indicación. Llevaba el habitáculo encendido, emitía mucha luz, y cuando llegué a la altura del volante me di cuenta que no había nadie, no lo pilotaba nadie… Mi mujer me cogió la mano aterrada, frené y me eché a un lado”.
Diego y su familia habían sido testigo de lo que él denomina como ‘coche fantasma’ o, tal vez, habían saltado momentáneamente en el tiempo para estar en la Andalucía de los años 30 del pasado siglo XX.
Nada puede explicarlo, carece de sentido, tal vez porque a este tipo de eventos paranormales no haya que buscarle demasiadas respuestas, sólo aquellas que parten desde lo imposible.
Por: Jose Manuel García Bautista
Paganini alcanzó la fama muy rápido y; a diferencia de grandes talentos musicales de la época que vivían en la ruina, supo hacer de su arte un negocio rentable. Con 41 años era un personaje reconocido, admirado y se daba el lujo de cobrar copiosos honorarios.
No obstante, a pesar de la gran fortuna que supo cosechar en tiempo record, el músico mantuvo siempre un perfil bajo y esto se manifestó fundamentalmente en su modo de vestir, su vestuario estaba compuesto por trajes oscuros deshilachados que lo acompañaron por décadas.
La habilidad de Paganini con el violín era sumamente extraordinaria. Niccolo era capaz de interpretar notas imposibles de ejecutar para sus pares y esto dio pie a rumores y leyendas que le daban cualidades extraterrenales.
Guardando cierto paralelismo con Mefistófeles, uno de los personajes de Fausto (Goethe) nació la leyenda en la cual se sostenía que Paganini en una oportunidad había asesinado a uno de sus rivales y por ello se lo había condenado a la prisión, lugar donde el músico habría vendido su alma al demonio a cambio de esa destreza y talento universal insuperable por los siglos de los siglos.
El síndrome de Ehlers-Danlos en Paganini
Ningún músico logró jamás equiparar a Paganini y uno de los motivos fundamentales de ello se debió a su increíble flexibilidad articular.
El misterio del codo de Paganini
Su hombro y codo poseían una gran elasticidad que le permitía incluso, cuando su codo se cruzaba por encima del otro codo, tocar la palma de su mano con la uña del dedo pulgar, hiperlaxitud que lo hizo capaz de ejecutar tres octavos sin el más mínimo esfuerzo.
En reiteradas ocasiones le pedían al maravilloso compositor que revelara la fuente de su secreto a lo que Niccolo Paganini siempre respondía que lo haría al momento de retirarse, algo que jamás sucedió pero cientos de años después la respuesta se encontraría en un problema con su tejido conectivo, el síndrome deEhlers-Danlos.
Este síndrome permite un estiramiento único de las articulaciones.
Paganini poseía hipermovilidad y laxitud articular, lo que permitió revelar el secreto del misterio: independientemente de ser uno de los compositores más geniales de todos los tiempos, podía interpretar notas únicas e imposibles para otros músicos gracias al síndrome de Ehlers-Danlos.
Pocos días antes de su fallecimiento, con 58 años de edad, Niccolo Paganini se negó a recibir la extremaunción, hecho que le valió que el arzobispo de Niza le negara sepultura eclesiástica y que no hizo más que alimentar el mito del pacto del músico con el demonio.
El cuerpo del genio Paganini fue embalsamado, permaneció en el sótano de su hijo Aquiles por un año y luego de una larga peregrinación de su cadáver por varios cementerios, el músico fue enterrado en Parma, lugar donde se encuentra hoy en día.
David Garrett (Niccolo Paganini) Caprice 24 [The Devil’s Violinist]