Posee todos los órganos, así que los forenses han podido determinar que murió de un ataque al corazón, posiblemente debido a su obesidad y vida sedentaria. Además padecía arterioesclerosis y cálculos biliares, y tenía una vértebra fusionada. En su estómago encontraron 138 pepitas de melón, que consideran fue su última comida. La momia mejor conservada del mundo fue encontrada en 1971 por unos trabajadores que cavaban para construir un refugio antiaéreo en la provincia de Hunan (China). Estaba enterrada a unos 12 metros de profundidad en una tumba cubierta con capas de arcilla blanca y carbón, que hicieron de barrera para el oxígeno y las bacterias.

El cuerpo estaba en el más profundo de cuatro ataúdes de pino, uno dentro del otro. Estaba envuelto en 20 capas de tela atada con seda, y sumergido en 80 litros de un líquido desconocido, ligeramente ácido y rico en magnesio. En el complejo fúnebre también estaban enterrados su marido y su hijo. La tumba de Xin Zhui se considera uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX porque en ella se hallaron importantes documentos y más de mil piezas decorativas, incluyendo obras artísticas, ropa, tapices y esculturas, que han ofrecido valiosa información sobre la dinastía Han. Se sabe que Xin Zhui murió en el año 163 a.C. a los 50 años de edad. Su marido y su hijo fallecieron antes. Quizá por ser el último miembro de su familia, sufrió un proceso de momificación tan elaborado.
Uno de los secretos aún no descubierto, es el contenido del líquido desconocido en el que estaba sumergida la momia, y que junto con las capas de arcilla y carbón que impidieron la entrada de oxígeno y bacterias, es el responsable de que Xin Zhui haya pasado a la historia como la momia mejor conservada del mundo.