Programa Tv «Andalucía Paranormal»: Desapariciones misteriosas
Uno de los personajes más recurrentes dentro del género de misterio y terror es el de los zombis, quizás por ser un elemento inquietante en el que un muerto resucita con la intención de mantener su existencia alimentándose de los cuerpos y cerebro de los vivos, quizás es la visión más adulterada -que ha querido postrar el Séptimo Arte- de este fenómeno que es muy diferente.
Pero, ¿son ciertos los informes que hay de personas dadas por muertas que se les ha visto con vida? La respuesta es que sí. En 1937 el folclorista estadounidense Zora Neale Hurston se desplazó a Haiti donde conoció el caso de una mujer, Felicia Félix-Mentor, considerada muerta en 1907 pero que en localidades próximas a donde ella vivió decían que la habían visto, 30 años después del deceso.
Fue este investigador el que analizó profundamente todo lo que era el mundo de los presuntos zombis y cómo se podría lograr tal efecto en un ser humano, por lo que se recurrió a que, lo más lógico, era a través de alguna potente droga que dejara a la persona sin voluntad.
Pero también es cierto que a través de películas nos han llegado versiones más ajustadas a la realidad, como es el caso de “La Serpiente y el Arco Iris”, en la cual se contaba la enorme búsqueda del etnobotánico y antropólogo canadiense Wade Davis que viajó a Haití para tratar de recabar más información al respecto.
Pero fue más allá y fue consciente que había cierta sustancia, potente cómo ella sola, que es la tetrodotoxina (TTX) y que se obtendría del pez globo pues en el Mar Caribe tiene también su hábitat, de sus huevas o el hígado se extrae este potente veneno que actúa a nivel neuro-muscular, si se administra la dosis conveniente puede llegar a ser letal para el ser humano, o crearle un estado de catalepsia profunda muy difícil de distinguir de la muerte.
Así puede estar la persona varios días en los que, y es lo más terrible, es consciente de todo. Al cabo de los días el bókor lo despierta y lo induce en un estado de sumisión total. No es la única sustancia con dichos efectos pues el estramonio o datura origina algo muy similar en el ser humano, es el llamado “pepino zombi”, igualmente se cree que si se ingiere sal se liberaría a la persona zombificada de los efectos de la droga zombi.
Uno de los casos más conocidos de zombi es el de Clairvius Narcisse un hombre que apareció en un estado lamentable de salud y vagando por los cañaverales de azúcar, este dijo ser un zombi esclavizado en las plantaciones al que se le habría dado un dosis de polvo zombificador.
La teorías de Wade Davis fueron muy refutadas por los investigadores que opinaban que los efectos que, en principio, origina el polvo zombi podrían ser explicados bajo una premisa médica como es la esquizofrenia, amnesia o los trastornos mentales.
La catalepsia profunda podría, incluso, provocar que a un individuo se le pinche en los ojos con un alfiler y no grite. Es el efecto de esta potente droga, ingrediente principal del polvo zombi.
Si, a la Luna, por que en nuestro hermoso satélite vamos a encontrar uno de esos misterios vinculados íntimamente a esta ciudad. Y justamente nace esta historia un 20 de Julio de 1969, el día en el que el módulo “Aguila” del Apolo XI aluniza en nuestra selene.
Todo parecía discurrir con normalidad hasta que llegó el momento mágico para la Humanidad en el que la huella de Neil Armstrong queda grabada en su superficie para la posteridad…
Aquella noche mientras el mundo vivía asombrado una experiencia sin igual, un ingeniero en telecomunicaciones de NASA llamado Alan Davis desde su centro de operaciones en la isla de La Antigua comenzaba a recibir las imágenes que eran tomadas desde el modulo lunar para remitirlas a Houston (EE.UU.) Aquel ingeniero era el primer ser vivo que veía aquellas imágenes… sin censurar.
Pero ¿por qué hablamos de la Luna y de un ingeniero en telecomunicaciones de la NASA en este capítulo? Bien, Alan Davis se afincaría para vivir en la ciudad eterna de Sevilla, durante su estancia en la ciudad tuvo la ocasión de conocer a personajes importantes del mundo de la investigación paranormal en Sevilla.
Era Pepe Ortiz. Durante sus confidencias con los periodistas e investigadores sevillanos, la amistad y el duende del sur le llevaría a afirmarle un importante secreto jamás revelado: aquella histórica noche en la Luna se encontraron Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la Luna algo que no deberían haber encontrado jamás… Serían –siempre a decir de los testigos y de las afirmaciones del propio Alan Davis- restos de construcciones en nuestro satélite dejados hace siglos, tal vez milenios, en su superficie.
Restos de construcciones tipo “hangar” que no se sabrían bien su cometido y que se debería a una civilización extraterrestre. Por la importancia de sus declaraciones y el eco que de ello se hicieron investigadores su veracidad hubieron tenido trascendencia mundial.
Volvemos a 1969 para narrarle, amigo lector, que aquellas imágenes impactaron al ingeniero norteamericano quién debido al retardo en la recepción pudo ver lo que llamaría como “restos de una antigua civilización en la Luna”.
Aquellas imágenes significaban que aquellos seres venidos de otros mundos que visitaban nuestro planeta a bordo de sus máquinas de tecnología inigualable eran reales y su existencia ,por tanto, no podría ser rebatida…
El currículum y la acreditada solvencia académica de Alan Davis fue reafirmado por las declaraciones en este mismo sentido de su esposa Nieves C. Davis, otros asesores científicos de la NASA o el propio periodista sevillano Pepe Ortiz.
Huellas y vestigios de ruinas en la Luna en una misión que parecía haber sido diseñada para constatar la existencia de las mismas por parte de los astronautas norteamericanos en un viaje lleno de sobresaltos. Todo ello, sin dudas, viene a formar la historia “no contada” del viaje a la Luna del Apolo XI y que envuelve esta leyenda ¿urbana? en las brumas del misterio cuando los periodistas que cubrían aquella noticia en los distintos observatorios nacionales fueron invitados a desalojar la sala de retransmisiones ya que “algo extraño estaba sucediendo”.
Periodista como José Antonio Silva que no creía lo que estaba viviendo… Que posteriormente contó su historia para asombro, perplejidad e incredulidad de todos. O recientemente el periodista Juan José Benítez que desde su serie documental “Planeta Encantado”, en el capítulo llamado “Mirlo Rojo”, rememoraba este mismo suceso poniendo imágenes recreadas sobre lo que allí pudo suceder siempre “según un confidente miembros de NASA”.
Curiosamente, el azar de nuevo, su relato coincidía plenamente con el de Alan Davis y es que no falta quién afirma que realmente aquel “mirlo rojo” no sería más que mismo Alan Davis y los ecos de sus confidencias en las visitas que el popular periodista navarro hizo por tierras sevillanas en busca de OVNIs y misterio.
Sea como fuere los entresijos de esta historia lunar y su protagonista finalizan en Sevilla entre amistad y confidencias, entre secretos y leyendas, entre ciencia y magia, según Alan Davis: “los astronautas habían visto en la Luna lo que parecían ruinas de una construcción hecha por seres inteligentes llegado allí mucho antes que el hombre. No se trataba de un capricho de la “naturaleza” lunar y había restos de muros o paredes, con huecos como de puertas y ventanas. NASA no sabía que hacer con aquel material…”
Entre amigos y casi en declaraciones inéditas Alan Davis puntualizó: “Lo que podría ser, es una civilización, mucho antes de que han llegado ellos, que existía en la Luna. Porque había ruinas que no podían ser una cosa de roca… porque había huecos que podían ser ventanas o puertas o lo que sea. No fue un muro solo tenía varias aberturas y portales…” Curiosamente otros sevillanos ilustres, como el fallecido Dr. Enrique Vila y su esposa, fueron participes de este relato y otras experiencias lunares relacionadas con los OVNIs… pero eso ya es otra historia.
Estas vivencias de Alan Davis desde Sevilla vienen nuevamente a se confirmadas por otros miembros de la Nasa, como lo fueron el ya ex director de la Sección de Conservación de Fotos del Laboratorio Mr. Ken Johnston y el ex asesor Mr. Richard Hoagland quienes en el transcurso de una rueda de prensa afirmaron que la NASA guardaba material fotográfico que demostraría la evidencia de edificios en ruinas en la Luna captadas en el Apolo XI por Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin, los primeros hombres en pisarla.
Otros científicos tenían y atesoraban experiencias similares, así Maurice Chatelain, jefe de comunicaciones de la agencia en su día, afirmó: “todos los vuelos Apolo y Geminis fueron seguidos a distancia por vehículos de origen extraterrestre. Cada vez que esto ocurría, los astronautas informaban al control de la misión, que inmediatamente les ordenaba silencio absoluto”.
O las duras declaraciones del astronauta Edgar Mitchell, miembro de la tripulación del Apolo XIV: “Estoy convencido de que los gobiernos de todo el mundo saben que se están produciendo visitas de extraterrestres, pero tienen un motivo fundamental para negarlo: el miedo”.
Para aquellos que dudaron de su existencia baste decir a modo de breve biografía que Alan Davis nace en Illinois el 13 de diciembre de 1934, su curiosidad innata lo llevar a licenciarse en Ingeniería Electrónica por la Universidad de Hawai para posteriormente diplomarse en Ciencias Empresariales. Comienza a formar parte de la Agencia Aeroespacial NASA en 1959 siendo ingeniero de telecomunicaciones del proyecto Apolo –entre otros logros-.
En 1973 decide buscar nuevas metas y horizontes para dirigir varias estaciones de radar y a principios de los noventa convertirse en el director de la compañía ITT en España. Sus días acabaron donde el quiso: en Sevilla, entre amistad, compañía, recuerdos de experiencias inauditas y secretos inconfensables que le pudieron costar la propia vida…
Los secretos de la Luna y sus construcciones al alcance de unos pocos sevillanos de que desde hace años mantuvimos el secreto de todo un científico que se negaba a reconocer la Historia oficialmente contada…
En el mundo de lo paranormal son muchas las personas que dicen tener la capacidad de comunicarse con los muertos, con aquellas personas que han dejado nuestro plano de existencia, pero muy pocas son los que realmente tienen esa facultad. Así dentro del terreno de la investigación paranormal hay una serie de pasos para saber un poco más de este fenómeno tan intrigante que es la mediumnidad.
Lo primero que debe saberse es que la persona debe documentarse y leer sobre esa peculiaridad sensitiva que se tiene, los médiums psíquicos deben conocer a otros médiums, saber de su experiencia, de sus vivencias, y procurar conocer otras biografías para saber el camino que ha tomado. Se debe tener cuidado con aquellas personas que dicen tener la sensibilidad de hablar con los seres fallecidos y luego no poseerlas.
Para saber si poseemos esa facultad lo primero que se debe es poner atención en la intuición, seguir los sueños no como meros sueños, reconocer las energías y aprender de ellas. No se debe tratar de controlar las emociones o las imágenes que vengan, debe dejarse llevar y abrirse a nuevas posibilidades e, incluso, aceptar la comunicación con esas energías externas a la persona.
Igualmente es interesante tratar de controlar y comunicarse con ellas, un buen método es la escritura automática o libre, aquella que se deja fluir las energías a través del brazo y que escriban palabras que luego serán interpretadas. Es un tipo de comunicación que se considera como paranormal aunque no esté exenta de polémica.
Para potenciar esa canalización podemos intentar:
-Crear un ambiente adecuado en una habitación, a media luz y velas.
-Rezar alguna oración o generar una canto que potencie la comunicación con los espíritus.
-Saber cuándo los espíritus están cerca y saber reconocer su mensaje, la presencia será detectada por imágenes, sentimientos, olores…
-Se puede pedir -en un estado de evolución de la capacidad psíquica- que se identifiquen y cuando se haya tenido una respuesta confirmarla en voz alta, es una buena formad e establecer esa bilateralidad.
-En las primeras fases de la comunicación psíquica no se pueden controlar los efectos y la persona podrás sentir el dolor, la inquietud, el susto… A medida que se progresa se va potenciando la capacidad de hablar con el “otro lado”.
Los médiums no son infalibles y como tales puede errar en sus comunicaciones, una cosa es con quién se quiere comunicar y otra, diferente, con quien se comunica realmente.
Así la comunicación psíquica se mueve en unos márgenes muy finos, muy delicados en el que el más mínimo descuido puede provocar una adulteración del mensaje o, incluso, confundir el origen o naturaleza del mismo.
Así el médium, el buen médium, sabrá reconducir las energías del ambiente o identificarlas con aquellos seres fallecidos que se trata de establecer comunicación o entes negativos que sólo tienen un propósito de crear el mal o confundir. Son parte de un fenómeno apasionante que genera controversia pero que, de alguna u otra forma, nos tiene en contacto con el lado más metafísico de la vida.
Por Jose Manuel García Bautista
Los médiums son personas que tienen una especial sensibilidad para sentir o comunicarse con seres o energías que no son accesibles al resto de los mortales y que ellos, sin embargo, si pueden captar.
Son personas que por su especial condición acceden a esa otra realidad que es el mundo de los espíritus donde poner establecer una comunicación más allá de donde cualquier puede hacerlo pues es, en principio, imposible hablar con un difunto.
Pero cuando una persona fallece son muchas las dudas que dejan en los vivos, sobre todo por aquellas conversaciones que no se tuvieron y por aquellas palabras que jamás se dijeron. Esas inquietudes son las que, quizás, han sido trasladadas por muchas personas y son otras las que se han encargado de satisfacer atendiendo a esa peculiaridad sensitiva que tienen.
Pero el médium… ¿Nace o se hace? ¿Cómo puede una persona potencias sus capacidades y habilidades psíquicas? Para ello debemos saber que los médiums perciben el mundo de los espíritus de diferente forma, estas son:
-Clariaudiencia: son aquellas personas que pueden escuchar el mensaje de las personas difuntas, de las personas que están en el “otro lado”, las que han dejado este plano de existencia. Este tipo de médium puede captar esos sonidos con una gran nitidez y comunicarse, bilateralmente, con ellos.
-Clarividencia: los clarividentes son aquellas personas que pueden ver a los difuntos o espíritus en el lugar que ocupan junto a nosotros sin que podamos captarlos a no ser que tengamos esa sensibilidad. Este tipo de entes pueden ser captados como si de una visión se tratara o, incluso, tener una particular percepción sobre ellos.
-Clarisentencia: tienen una comunicación con el “otro lado” a través del tacto, olfato o gusto, igualmente son capaces de sentir el dolor de los espíritus con los que se comunica.
Determinar la capacidad psíquica de una persona es importante pues no todas tienen el mismo nivel y los grados de conexión son muy diferentes. ¿Cómo podemos saber que la persona tiene dotes psíquicas?
-Se comienza teniendo visiones y escuchando mensajes, sintiendo la presencia de los espíritus o su comunicación. Normalmente este tipo de personas capta este tipo de sonidos desde edad muy temprana llegando a ser grandes médiuns psíquicos. A medida que crecen caben dos posibilidades: que dejen de sentirlo perdiendo este don o que se vea potenciado.
-Saber si se es clarividente, clariauditivo o clarisintiente: estos son los tres grados que se pueden tener, ser sensible a los sentimientos o emociones dejados por otros o a su mensaje que si pertenece, con coherencia y desconociendo su vida, al que dice comunicarse con nosotros estaremos ante un fenómeno que puede ser catalogado de paranormal.
-Se puede ser médium y no saberlo, para ello debe existir una potenciación de todo lo que es las facultades y posibilidades paranormales de la persona en el terreno de la mediumnidad.
Para ser médium además hay que tener un conocimiento del interior de uno mismo, un conocimiento sobre las posibilidades y capacidades físicas y mentales de la persona.