Hablando con los ummitas…

 

Por Jose Manuel García Bautista

En plena oleada del fenómeno OVNI en España surgió un fenómeno de contacto en nuestro país, era algo nuevo, novedoso, que dejó absortos a los investigadores que realizaban el trabajo de campo en torno al fenómeno OVNI.

Una supuesta civilización de la estrella Wolf-424 se ponía en contacto con determinados personajes de la Tierra para hacerles ver de su presencia entre nosotros, de la existencia de una “Quinta Columna” en la Tierra, y de sus deseos de informar a los terrícolas…

Esto que pudiera parecer una broma fue todo un acontecimiento en la época cuyas derivaciones van más allá de un simple experimento sociológico.

El planeta se llamaba UMMO y estaba habitado por los ummitas, en sus cartas avanzaban los futuros inventos y avances de la Ciencia. Poco después anunciaron su presencia a bordo de “OVNIs” con una extraña marca en forma de H con un bastón central sobre los cielos nacionales.

Cierto o no aquel avistamiento se produjo en diferentes zonas, quizás el de mayor alcance el sucedido en San José de Valderas en la provincia de Madrid.

El fenómeno fue decreciendo con el paso de los años y no estuvo exento de polémica, pero las cartas eran el testigo mudo y real de aquel contacto fuera cual fuera su real origen.

Comenzó en 1995 la labor de investigar aquellos textos, aquellas cartas… Y surgió una voz que afirmaba ser el causante de todas ellas: el parapsicólogo José Luis Jordán Peña. Él quiso explicar todo bajo el concepto de un extraordinario experimento sociológico llevado a cabo sobre una sociedad que acababa de descubrir el fenómeno OVNI y por tanto “virgen” en esos aspectos. Y muchos le creyeron.

Los investigadores Bertrand Méheust y Jean Pollion decidieron investigar por su cuenta todo este intrigante fenómeno, una sola persona no podía ser la responsable de todos estos hechos y cartas, más de un millar repartidas por todo el mundo.

El planeta UMMO

Así centraron la atención en la grafía e ideogramas de los ummitas. Estudiaron los patrones de escritura, la gramática… Un complejo estudio que determinó que aquel lenguaje utilizado por los presuntos habitantes del planeta UMMO era ideofonético, aportaban conceptos sus símbolos y sonidos como solitarias unidades, ellos lo llamaron “sonoconceptos”.

Cada uno de ellos tenía una gran cantidad de significados. “Se trata de un auténtico descubrimiento. Se suponía que las palabras ummitas eran una invención gratuita de unos simples bromistas que eligieron al azar las sonoridades más raras y exóticas. Ahora esa hipótesis resulta insostenible: las palabras no son invenciones, están cargadas de sentido y se estructuran de forma repetitiva”.

Se llegó a la conclusión de que lejos de las afirmaciones de Jordán Peña el “idioma” ummita tenía significado, estructura, portadora de comunicación… No podía ser obra de una persona desarrollando un experimento sociológico.

Hoy día parece claro que el tema del affaire UMMO está más cerca de ser un fraude que una realidad, sin embargo el trabajo de estos dos investigadores deja muchas preguntas en el aire en torno a un misterio que se niega a morir.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s