En pleno Mar Mediterráneo, cerca de las escarpadas costas de Grecia, surgió un importante foco culturas entre el 2000 y el 1450 a.C., fue la cultura minoica de Creta y Cnosos el lugar de mil fábulas y bellas leyendas.
Hay muchos enigmas y misterios aun en torno a la cultura minoica, principalmente por que los vestigios escriturales que nos han dejado, o han sobrevivido, hasta nuestros días no han podido ser descifrados. Únicamente sabemos que aquella civilización minoica parecía provenir de Asia Menor hacia el año 7.000 a.C.
Pero no sólo es el misterio de su enigmático origen lo que entraña la cultura de Cnossos, también los aspectos sociales, urbanísticos, políticos… Los habitantes de Cnossos vivían alrededor de impresionantes palacios de enorme belleza y lujo, desde estos palacios se administraba el gobierno de la ciudad; y pese a su ingente riqueza no hay vestigio de murallas o fortificaciones…
Cnossos también esconde una bella leyenda: la del laberinto del Minotauro y de cómo Teseo vence al monstruo con la ayuda del hilo de Ariadna.
Descripciones del rico palacio de Cnossos nos dicen que: “era un complejo que se disponía alrededor de un gran patio central. En el ala oriental estaban los aposentos, mientras que los almacenes en los que se acumulaban las riquezas se situaban en el ala contraria. En ese mismo lado se encontraban, además, los salones oficiales y la sala donde se celebraban las ceremonias públicas. Este gran palacio fue construido sobre la ladera de la colina donde vivió el rey Minos”.
Los textos de Cnosos no han podido ser descifrado, se desconoce lo que dicen esos escritos, tanto es así que Cnossos es el nombre que le damos en la actualidad, pero no quiere decir que fuera su nombre real pues hasta eso se desconoce… Fue Arthur Evans el que acuño la denominación de “civilización minoica” en función de la leyenda del rey Minos.
En el yacimiento arqueológico de Cnossos se han hallado muestras de su cultura, así hay bellos dibujos que nos indican una particular práctica que era la de “saltar el toro“, seguramente relacionadas con la religión minoica en la que se idolatraban a las divinidades femeninas. Su cerámica también representaba animales, flores y frutas, era su pasión por la Naturaleza.
En los sótanos de Cnossos se encontraron restos de niños cortados con cuchillos, posiblemente sacrificios humanos, e incluso actos de canibalismo.
Pero hay un misterio más: su misteriosa desaparición. No se sabe cómo finalizó aquella brillante cultura mediterránea, si como consecuencia de un desastre natural, una invasión o una crisis interna… Pero desapareció súbitamente.
Posiblemente el fin de esta civilización sobrevino con la explosión, hacia el 1450 a.C. del volcán de la isla de Tera, ello provocaría un terrible maremoto, lluvia de cenizas e incluso terremotos en las zonas circundantes quedando todo cubierto por cenizas como sucedió en Pompeya, los restos de la erupción llegaron incluso hasta Creta. Pero hay un nuevo enigma: la población tuvo tiempo de escapar.
Posiblemente Micenas acabó por dar el golpe de gracia a Cnossos, su enemigo natural…
En la actualidad Cnossos sigue planteando mil y un misterios, que aún no han sido satisfactoriamente resueltos.