Criaturas misteriosas del mar

Por Jose Manuel García Bautista

El mar esconde muchos misterios que están aún por descubrir, es un medio en el que el ser humano ha aprendido a desenvolverse pero sin la agilidad necesaria para acometer una profunda investigación en pro de desvelar todo lo que de misterioso nos ocultan las aguas de todo el planeta.

Mares y océanos de todo el mundo ocultan secretos inimaginables, desde lo que se esconde tras el ‘Triángulo de las Bermudas’ y otras zonas malditas hasta animales imposibles que tienen en la extrema profundidad su perfecto hábitat y escondite de las miradas de la criatura más destructiva de la Tierra: el ser humano.

En el mar, y grandes superficies de agua interiores, encontramos animales realmente sorprendentes, desde aquellos que pueden generar su propia luz para atraer a las presas hasta otros de cuerpo aplanado que la Ciencia creía imposible. Otros, en cambio, pertenecen más al reino de la fantasía o, al reino de la criptozoología.

Una de esas bestias marinas, lacustre, es la más conocida del mundo, tan esquiva como, al parecer, quimérica, me refiero al monstruo del lago Ness, en Escocia, frías y profundas aguas cuya aparición sólo se va visto en contadas ocasiones –con algún fraude fotográfico- y que se podría corresponder con un plesiosaurio que debería haberse extinguido hace ya 65 millones de años, ¿es posible que un animal así pueda seguir viviendo en nuestros días?

Los zoólogos y paleontólogos lo dudan y más aún en unas aguas tan duras y frías como las de este lago. El último descubrimiento informaba de un fondo a gran profundidad y con numerosas cuevas, tantas que podría hacer que algo así, de unas dimensiones tan grandes, pudiera esconderse de la vista del ser humano. No obstante es muy dudoso que su existencia sea real en nuestros días.

Al igual que en el lago Ness hay otros lagos en el mundo en los cuales se producen circunstancias análogas: avistamientos de criaturas imposibles. Esto viene a suceder en Canadá donde se tienen informes de la existencias de serpientes marinas de gran longitud, y que son igualmente vistas en zonas tan dispares como Tasmania (cerca de Australia) y Massachussets (Estados Unidos).

Las descripciones de lo visto no deja lugar a las dudas: son una especie de Monosaurio o Ichtiosaurio, cuya edad de aparición fue el Plioceno, en el Terciario, hace más de 3 millones de años y que la Ciencia da como oficialmente extinguida.

¿Cabe la posibilidad que estas criaturas vivan aun en las profundidades abisales? Se han recibido informe de la existencia de una extraña criatura llamada “Cady” (Cardborosaurius) en la isla de Vancouver (Columbia Británica, Canadá), el Piast o Ullfisch (Irlanda), el Morgawr (Cornualles, Inglaterram Gales), Chessie (Cheasepeak Bay, Maryland, Estados Unidos), el Rocky (Rock Late, Wisconsin, Estados Unidos).

Pero hay más animales increíbles, como el Manipogo que se aparece en la provincia canadiense del lago Manitoba, y cuyas descripciones se corresponden con un lagarto de grandes dimensiones, de color oscuro, marrón, con joroba. Su dimensión va desde los tres metros y medio a los quince metros y se él existen fotografías realizadas en 1962, eran de una calidad tan mala que no se tomaron en consideración y pudiera ser cualquier otro objeto.

El Igopogo es otro de esos extraños animales que trata la criptozoología y cuya existencia se pone en duda. Su ámbito de aparición es al norte de la ciudad canadiense de Toronto, en las inmediaciones del lago Simcoe, al norte, en el oriente, se encuentra el denominado como Kempenfelt Kelly, ese sería el hábitat del Igopogo. Las descripciones de ésta extraña criatura parecen unánimes: cuello largo y cabeza que parece, o se asemeja, a la de un perro. Ello podría indicarnos que, realmente, en el lago vive una criatura realmente extraña, desconocida.

John Kirk, presidente de la British Columbia Scientific Cryptozoology Club organizó una expedición en el año 1970 pero los resultados fueron realmente negativos. Hay alguna grabación, de vídeo, de turistas e investigadores, en las que se puede ver una extraña forma que merodea por la zona, se ve una cabeza que asoma y mira a su alrededor unos segundos para volver a desaparecer. En la zona hay una gran población de focas o lobos de mar.

El Ogopogo, aunque se parece en nombre al anterior, es otro de esos animales que viven en Canadá, en la Columbia Británica, teniendo como ámbito de vida las proximidades del lago Okanagan. Ya era un ser conocido para los nativos de la zona, para las tribus indias que creían que en el lago vivía un ser legendario, y al cruzar el lago ofrecían gallinas en sacrificio. Pero pese a estas leyendas indias no hay pruebas de su existencia más allá de estos relatos y de testimonios de personas que creen haberlo visto.

El primer avistamiento de la criatura se produjo en 1937, se describió como un animal de 9 metros de largo; en 1986 surgieron del agua seis jorobas y se habló de un animal de 15 a 18 metros, se piensa que podría ser algo así como un reptil.

La serpiente marina, o Basilosaurio, es otro de esos animales extinguidos que podía tener una “segunda vida” en las profundidades marinas, alcanzaría los 25 metros de longitud y tendrían especial predilección en los lagos helados, aunque también es cierto que su existencia jamás ha sido demostrada más allá de las simples elucubraciones que permiten los testimonios de sus avistamientos.

Son sólo algunas de las criaturas que podemos encontrar en los fondos marinos y de nuestros lagos o ríos, entre la leyenda y la realidad de unos animales que parecen pura ficción.

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