Sucesos paranormales en el sanatorio de Berta

Por Jose Manuel García Bautista

Es uno de esos lugares en los que se respira el misterio, lo fundó una religiosa que murió hace décadas y atendía al nombre de Berta, y dicen que su espíritu se aparece en el viejo sanatorio de tuberculosos enclavado en la sierra de La Alfaguara.

Los investigadores que han acudido hasta allí han podido grabar psicofonías donde se escucha a una enfermera que pide que no se le moleste y que, igualmente, atiende al nombre de Berta, o tal vez es ella misma. Fotografías extrañas y extrañas sensaciones acompañan el dossier de este caso que es tan inquietante como sorprendente.

El caso de estos fenómenos paranormales era conocido entre vecinos y senderistas de Alfacar, aunque ha sido en los últimos años cuando se ha popularizado siendo conocido por todos los amantes de este tipo de sucesos inexplicables.

Rafael Reyes Casal es profesor de Secundaria y gusta de investigar este tipo de casos, ellos grabaron unas psicofonías y atesoran experiencias que no pasan inadvertidas “es una de las grabaciones, realizada por la noche entre los restos del sanatorio, notamos la presencia de alguien. Le pregunté cómo se llama. Su respuesta quedó grabada en la cinta. Dijo ‘Berta’, y curiosamente es el mismo nombre de la fundadora del sanatorio antituberculoso, Berta Wihelmi”.

La historia del lugar es interesante, fue sanatorio antituberculoso construyéndose en el año 1923, gracias a Berta Wihelmi, estuvo activo hasta la Guerra Civil hasta que el frente se instaló en la zona de la Alfaguara, y el sanatorio quedó abandonó, el tiempo hizo el resto… Hoy día en un cúmulo de ruinas, eso sí, encantadas.

Rafael Reyes y Yazmina Mimun realizaron una serie de investigaciones, además de estar particularmente sensibles a notar las presencias de las almas de que moran en el lugar “sabía que aparecerían. Había notado claramente su presencia”, narraba mientras afirmaba que se aparecía la figura de una enfermera vestida con traje de época, de principio de siglo, “hay más fotos que se han hecho a lo largo de los últimos meses, una de ellas con el rostro de un niño, la imagen de un perro y una figura de negro”.

El fenómeno psicofónico es igualmente impactante, entre las que se han recogido desde este punto de la sierra granadina destaca la voz de hombre, una figura de negro que posiblemente podría tratarse de un cura, y tiene su explicación pues el sanatorio fue regentado por los jesuitas.

Así los investigadores escucharon una voz que surgía de la nada “mientras veíamos que la grabadora podría tener problemas con las pilas, oímos una voz de hombre que decía ‘tranquilo, que sí va a salir’. Allí no había nadie”.

Otras igualmente impactante dicen: “No me molestes más”, y otras palabras imperativas: “Vete” y “No entres dentro”. El investigador hizo una pregunta: “¿Tienes miedo?” y la respuesta psicofónica fue: “Tu sabes que no tengo miedo”. Impresionante.

Sobre estas voces del misterio Rafael Reyes opinaba que “está claro que no son voces humanas, la intensidad e inflexión de la voz, más gutural, se muestra claramente como no humana en el análisis del espectro de onda”.
El sanatorio de Berta es un lugar donde quedaron “congeladas” muchas emociones, muchos sentimientos, muchos miedos, mucha energía y ahora podrían estar manifestándose.

Para los vecinos de Alfacar los fantasmas del sanatorio son, sin dudas, personas que vivieron allí. Creen que Berta Wihelmi es uno de esos fantasmas pues era grande su dedicación y amor por el mismo así como la atención a los enfermos, en especial por los niños. Ello estaría en consonancia con las fotografías captadas en la que aparecen caras de niños entre la maleza y las ruinas.

En el lugar, informan también los investigadores de Albolote, Juanjo Suárez y Antonio Suárez, se ahorcó un hombre en un árbol en las cercanías del sanatorio a mediados de los años 70. Es curiosa porque Berta sufrió la pérdida de su hija y terminó suicidándose de la misma forma, en una fecha muy cercana a la de la triste decisión de esta persona. Casualidad o no las fechas casi coinciden con años, décadas, de diferencia.

Igualmente los que allí hacen acampadas se encuentran con otro inquietante fenómeno: sus tiendas aparecen rajadas o sufrir lo que se llama “sonido cero”, es decir: ausencia total de sonido.

Otro incidente impactante en el sanatorio de Berta fue la aparición, ante los investigadores, de una imagen de una mujer entrada en años, con pelo blanco, ropa clara o gris, que flotaba por encima del suelo, rostro demacrado y acompañada por un perro, un doberman. Aquella mujer desapareció delante de sus ojos.

El sanatorio de Berta es uno de los lugares más misteriosos y mágicos de la sierra de la Alfaguara, allá donde comienzan las sombras del bosque también comienza la penumbrosa vida del más allá a manifestarse.

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