Conocimiento imposible: metales inoxidables en la Antigüedad

Por Jose Manuel García Bautista

Es considerado como una extrañeza de la Antigüedad, un objeto imposible, un OOPART (Objeto fuera de lugar en el tiempo) que nos haría ver que lo imposible, a veces, también se hace realidad y que en esta ocasión tiene forma de columna, es la denominada como “Columna de hierro de Delhi”.

Cobró especial relevancia a finales del siglo XIX y principios del XX cuando eran muchos los viajeros que llegaban a la ciudad de la India para abrazar a la columna, quizás llevados por la tradición de aquellos nativos que lo hacían y que prometían atraer la buena suerte si se hacía de espaldas a la misma y se lograban entrelazar los dedos, todo ello al primer intento.

India era parte del Imperio Británico y la curiosa costumbre pronto adquirió notoriedad, sin embargo la columna de hierro de Delhi esconde un secreto mucho más importante que es donde radica su vertiente más misteriosa.

Se dice que fue creada hace miles de años, en hierro como elemento principal, desde entonces y pese a haber (y estar) expuesta al rigor de los elementos (lluvia, frío…) no ha sufrido la oxidación.

La columna se encuentra en el complejo arqueológico de Qutab Minar, allí se encontraría una impresionante columna triunfal de 73 metros de altura datada su construcción en el año 1193, en el interior del complejo encontraremos también la llamada “Mezquita del poder del Islam” o Quwwat ul Islam Mashid.

En su patio interior encontramos la curiosa protagonista que traemos hoy. Tiene siete metros de altura, de hierro –como se ha indicado- y ya –hipotéticamente- se encontraría en ese punto cuando se comenzó a construir todo este impresionante conjunto de templos.

En su superficie se puede leer una inscripción en sánscrito que explica donde se encontraba anteriormente la columna y como fue trasladada hasta el lugar donde se la puede encontrar hoy.

El autor de “Realismo Fantástico” Erick von Däniken, incluyó esta curiosa columna en su libro “Recuerdos del Futuro” así como en otros trabajos sobre los misterios de nuestro mundo.

El escritor suizo afirmaba, en su hipótesis, que la columna estaría realizada con piezas soldadas que empleaban una aleación de hierro especial muy desconocida, esta aleación especial no tendría impurezas de azufre o fósforo por lo que sería realmente excepcional.

Esta pureza del hierro sería la clave para que no se oxidara y durante más de cuatro milenios se hubiera mantenido ‘intacta’ a la oxidación. ¡Sorprendente!

Pero eso era lo que afirmaba la vertiente más misteriosa y dada a fabular, aunque fue creída de buena gana pese a estar equivocada. La columna data realmente del siglo V d.C. y fue levantada junto al viejo templo de Bihar, en honor a Vishnú, el dios hindú que vela por la conservación.

Posiblemente, por la plataforma plana que encontramos en su parte superior, estaba coronada por una estatua en oro de esta misma deidad.

La columna no está formada por placas de hierro soldadas ni a base de una misteriosa y desconocida aleación, la columna está realizada de una sola pieza, fundida y realizada en bloque, en un solo bloque.

La composición del hierro es extraordinaria pues es hierra –permítase la reiteración- al 99,75%, un hecho increíble por su pureza sin igual. Si se observa la columna detenidamente se observará que no presenta ningún signo de oxidación pese a los duros monzones (clima) que azotan a esta parte particular de la India.

La extrañeza radica en que fundir una columna de siete metros de altura y 6 toneladas de peso en un material de hierro al 99,75% de pureza es poco menos que imposible en la época datada –hacía el siglo V d.C.-.

En Europa, son todo su alto grado de tecnificación, deberían pasar casi mil quinientos años, en el siglo XIX, para lograr una columna similar ya que se carecían de honor para fabricarla y técnicas para lograr un hierra de similar pureza. ¿Cómo es posible que aquellos primitivos hindúes del siglo V fundieran una pieza de estas sorprendentes características?

En 1938 se estableció una comparación entre las técnicas metalúrgicas europeas y aquellas utilizadas para fabricar la columna de hierro de Delhi.

Las técnicas para conseguir un mineral de esa pureza fueron realmente complejas y normalmente no se realizaría tal esfuerzo por el contrasentido que suponía invertir todo ese tiempo y técnicas en un elemento ornamental como sería la referida columna. A no ser que fueran un sistema común y tan de uso que no supusiera ningún esfuerzo, esto provocaría aún más perplejidad en los investigadores.

En pleno siglo XXI, cuando las técnicas metalúrgicas se han depurado sobremanera se desconoce que técnicas usaron sus creadores y mucho menos para conseguir tal calidad envidiable hoy día.

Es uno de los OOPARTs que están repartidos por todo lo largo y ancho de éste planeta nuestro llamado Tierra, en algunas ocasiones son tildados de simples invenciones de mentes dadas a fabular pero en otras, como el ejemplo que hemos expuesto, están amparados por la Ciencia y por su propia creación.

Muchas preguntas las que planeta esta columna de Delhi, y mientras más respuestas se  tratan de encontrar mayor es el número de preguntas que resultan. Una obra imposible en el siglo V, una obra muy difícil en el siglo XIX.

Un nuevo enigma que dejan las antiguas culturas junto con otras muchas que aguardan que seamos capaces de explicarlas convincentemente para sorpresa de propio y extraños. Lo más fácil: negarlas; lo complejo: explicarlo. El ser humano elige el camino.

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