Tiermes: la ciudad de piedra

Por Jose Manuel García Bautista

Puede que su nombre no le diga nada pero es una auténtica joya de la antigüedad, se encuentra en el norte de España y es conocida como la ciudad de piedra.

Se ubica en el valle del Tajo y la complejidad de esta elaborada ciudad estriba en que no ha sido construida por sus antiguos pobladores sino tallada en la piedra hasta conformar la morfología que tiene en la actualidad.

Tiermes es una ciudad tallada en la roca, con una gran paciencia y habilidad, con trabajo y esfuerzo que hicieron, sin dudas, que en su día fuera digna de contemplar.

Aunque esta vieja ciudad plantea más enigmas de los que podríamos pensar pues se sabe poco de quienes fueron sus constructores o la cultura que en ella vivió.

Se encuentra en la provincia de Soria, en tiempos de Tolomeo, hacia el siglo I d.C., ya se tienen referencias de Tiermes diciendo de ella que era una ciudad habitada por los arévacos, un pueblo cuyas raíces se tienen relacionadas con los celtíberos.

No obstante en el año 98 a.C. fue conquistada por el Imperio Romano cuando ocupó Hispania pasando a ser una de las ciudades de cabecera, capitalina, de la zona de esta provincia romana.

Todo ello no le quitó ni un ápice de importancia y mejoró en infraestructuras, se la dotó de un foro y un acueducto.

Tras el Imperio Romano pasó a ser parte del reino visigodo, eran los siglos VI al VII d.C., en el VIII fue tomada por los árabes estando justo en mitad de los reinos musulmanes y cristianos, una especie de ciudad fronteriza.

Eso hizo que perdiera notoriedad y comenzó a decaer hasta que en el siglo XII sólo era una sombra de lo que representó antaño.

El historiador Nicolás Rabal, en 1888, se interesó por las ruinas de Tiermes ‘la ciudad de piedra’ y comenzó a estudiar toda la zona de forma científica y gracias, en gran medida, al excelente estado de conservación en el que se encuentra.

Los edificios que podemos encontrar en Tiermes son realmente curiosos e insólitos pues no era el tipo de edificación que se tenía en las culturas de aquellos tiempos, quizás que tiraban más de las rocas y piedras o el adobe, los ladrillos primigenios de la época.

Pero hay particularidades que lo ponen en la misma sintonía de ciudades evolucionadas y antiguas como Mohenjo Daro o Harapa en el Valle del Indo (India).

Al igual que aquellos disponía de un complejo sistema de tuberías o canalizaciones que tenía como principal objetivo la evacuación de aguas residuales.

Pero no todo es tan sencillo como diseñar una salida a las aguas residuales, también eran necesaria una especie de bombas para que el sistema funcionara correctamente, había que bombear agua y, hoy por hoy, se desconoce cómo podrían haberlo hecho pues la capacidad técnica que se les presupone sería mucho más corta de lo que, quizás, era en realidad y, nuevamente la Historia se equivoca, o habría que reescribirla y los historiadores más ortodoxos se niegan a ello.

Al estar tallada en la piedra nos encontramos con construcciones que disponen de un grueso techo, paredes y ‘muros’ que tienen entre un metro y medio y tres metros de grosor.

Las rampas que encontramos en los edificios públicos o en los lugares para reuniones como plazas, tienen canalizaciones y parecen que tienen un propósito definido. Miden 1,40 metros de ancho, está todo marcado por muecas y van a parar a extraños pasadizos subterráneos.

En los años 60 del pasado siglo XX se especuló con una inquietante posibilidad que hablaba que eran más similares a un sistema de defensa antiaérea que a cualquier otra edificación o utilidad conocida sin tener en cuenta la época de su construcción o realización.

El grosor de los muros hizo que se especulara sobre su uso como una especie de búnker y que los rieles sirvieran para el hipotético transporte de munición al estilo del sistema empleado en la Segunda Guerra Mundial.

En la misma línea se encontraban otros descubrimientos en Tiermes como los de la presunta fortaleza que sigue guardando más parecidos con las similitudes con las edificaciones bélicas del siglo XX que con los del siglo I d.C. Este es un punto en el que los historiadores, arqueólogos y arquitectos no le encuentran ninguna explicación.

El denominado ‘bazar’ es un claro ejemplo de lo extraño que encontramos en esta ciudad pues en las casas que encontramos en Tiermes encontramos muros naturales o de mampostería.

La imposibilidad de saber qué pueblo exacto construyó Tiermes lo dota de aún más misterios. Se ha contemplado la posibilidad que la ciudad sea incluso más antiguos de lo que se piensa en la actualidad pues hay indicios de ello.

Autores encuadrados dentro del género de lo fantástico, entre las décadas de 1980 y 1990, esbozaron la hipótesis que realmente fueran los restos de una civilización extraterrestre que habría habitado la zona en un remoto pasado y que todo atendería a la necesidad de defenderse de enemigos que venían del espacio.

Hipótesis muy en consonancia con los ensayos de Von Daniken y otros autores que realizaron un alarde de imaginación, y a veces de conocimiento heterodoxo, al tratar de buscar una explicación a estas construcciones y otras similares.

Se sigue trabajando en el yacimiento soriano de Tiermes en busca de explicaciones que hagan reconstruir o recomponer una Historia que hasta ahora nos es ignorada.

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