Las apariciones de Lourdes

Por Jose Manuel García Bautista

1858 sería una fecha que los habitantes de la pequeña localidad francesa de Lourdes no olvidarían jamás. Fue en esa fecha cuando una chica, la joven Bernadette Soubirous, pobre y de quebradiza salud se iba a convertir en la protagonista absoluta de una historia que haría Historia.

Corría el 11 de Febrero de 1858, tenía 14 años y se encontraba con una amiga recogiendo leña por los parajes cercanos, Bernadette se aproximó a una gruta y de repente un gran resplandor llamó su atención: era una hermosa Señora que brillaba y flotaba en el aire, en el interior de la cueva. Presa del pánico no supo como reaccionar, pero al cabo de unos días volvió a aquel lugar donde nuevamente le esperaba la Señora, entonces Bernadette trató de comunicarse con ella entablando una “comunicación”, fue la Señora quién le comunicó que era la Virgen.

Al principio nadie tomó en serio a Bernadette, todos pensaron que era una “locura de aquella pobre niña enferma”, pero cuando comenzaron a acompñarla y la chica entraba en éxtasis y comenzaba a hablar con la Virgen la opinión cambió… Para colmo, como una muestra, la Virgen le comunicó que haría brotar agua en el lugar y que aquella agua sanaría a las personas, a cambio sólo deseaba una ermita en aquel mismo paraje…

La noticia corrió como la pólvora por toda Francia y comenzaron a estudiarse –oficialmente-. La cronología sería la siguiente:

En 1862 se dictaminó la veracidad de las apariciones.

En 1866 se inauguró la basílica de Lourdes.

En 1975 se comenzó a divulgar el poder milagroso y curativo de su manantial divino acudiendo miles de fieles al lugar a buscar el rayo de esperanza, y milagro, que les sanara y devolviera la salud.

En 1883 se crea la Oficina Médica de Lourdes para registrar, documentar y estudiar todas las sanaciones milagrosas que allí ocurrieran.

Es curioso comprobar que esta Oficina está compuesta por veinte especialistas de diferentes campos de la Medicina, si quince de ellos -tras analizar y estudiar concienzudamente cada caso- dictaminan que la sanación es inexplicable se envía el dossier correspondiente al Comité Médico Internacional en París, y este –que se reúne dos veces al año- estudia el caso. Si verifican la curación como no explicable desde el punto de vista médico se remite el dossier a la Iglesia para que ésta comience su proceso de estudio y determinar la validez del milagro.

La curación milagrosa, para que sea válida, debe ser sobre:

Una enfermedad grave o mortal.

Estar certificado que el paciente antes de la curación no notó mejoría en su estado.

Demostrar que los tratamientos médicos a los que se sometió el paciente fueron un fracaso.

En Lourdes se han producido en torno a las 7000 curaciones pero sólo 68 de ellas han sido consideradas como milagrosas.

Una comisión médica seguirá la evolución del paciente para demostrar la total curación del mismo.

El caso de Jacques Salaun es un ejemplo. Tenía 58 años, era tornero, y sus últimos 16 años los pasó en una silla de ruedas. Visitó Lourdes en dos ocasiones, en la última bebió agua del manantial milagroso y comenzó a notar como podía mover todo el cuerpo… Los médicos que lo examinaron no encontraron explicación posible. Los más escépticos afirman que son enfermedades psicosomáticas o de origen mental, y que la fuerza de la fe y su sugestión obraría el milagro. Sin embargo casos como el del señor Salan pone en entredicho todo esta hipótesis escéptica, máxime cuando toda una comisión médica opina lo contrario.

Pero algo más… Bernadette murió pronto, joven, su quebradiza salud no pudo más y abandonó el mundo de los vivos… Bien, para aquellos que no crean en que en Lourdes hay algo especial, extraño, mágico, divino… El cuerpo de Bernadette Soubirous no presenta ningún signo de descomposición pese a haber transcurrido más de un siglo desde su muerte. Su cuerpo incorrupto es motivo de admiración y fervor, éste milagro en torno a su cuerpo hizo que fuera elevada a los alteares hace casi 80 años, en 1933.

Cada hora pasan por la cueva de Lourdes más de 10000 personas, anualmente es visitada por 5 millones de visitantes que buscan con fervor y fe el milagro y hoy por hoy es un santuario donde poder estar más cerca de aquello que separa lo Divino de lo humano.

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