Hace 15 días –la fuente no precisó la fecha– un chofer de la empresa Lomagrandense salió de Altos, en Cordillera, y comenzó el tramo final de 15 kilómetros hasta su parada en la ciudad de Loma Grande. Eran casi las 23:30 horas y el ómnibus ya iba sin pasajeros.
A poco de salir del casco urbano, en el lugar conocido como Paso Itapé, una solitaria mujer hizo la parada, pero el bus no se detuvo y siguió viaje a todo trapo hacia su destino. Según el chisme, un rato después, el chofer miró accidentalmente por el retrovisor y vio la imagen de una mujer sentada dentro de su colectivo, en los asientos cerca de la puerta posterior. Sigue leyendo