Cuentan que Amelia Earhart, nacida en Kansas el 24 de julio de 1897, vio un avión por primera vez cuando tenía 10 años. Pero cuentan también que el estado de dicho avión era tan lamentable que en absoluto se sintió impresionada. Fue años más tarde, en el año 1920, cuando visitó una exhibición aérea y se quedó fascinada con lo que allí pudo ver y sentir. Desde ese día ya no pudo pensar más que en volar…
Amelia era una mujer de fuerte carácter, de decisión, nada convencional teniendo en cuenta cómo se comportaban las mujeres en su época, lo limitadas que estaban por la sociedad. Además, admiraba a otras mujeres que habían realizado grandes proezas. De hecho, incluso tenía un álbum personal en el que pegaba recortes de noticias sobre heroínas que alcanzaban grandes logros en campos aún monopolizados por hombres.
Y quizás en un ansia por seguir su ejemplo, en 1921 comenzó a dar clases de vuelo y antes de que finalizara el año ya se había comprado un avión para ella sola, un pequeño avión de dos plazas de color amarillo brillante al que bautizó como “Canarias“. Con este aparato estableció su primer récord: fue la primera mujer que subió hasta los 14.000 pies de altitud. Sigue leyendo