Según desgranó Graziano da Silva, a lo largo de los últimos años 45 países en vías de desarrollo han conseguido erradicar el hambre de su territorio y se espera que antes del 2015 lo hagan otros 40. Para lograrlo hizo una llamada para que los esfuerzos dejen de centrarse en la producción de comida y pase a considerarse como principal objetivo su distribución. Existen suficientes alimentos para abastecer a la población mundial, apuntó el responsable de la FAO. Sin embargó, aún hay 850 millones de personas en el mundo que pasan hambre porque no tienen acceso a ellos.
Graziano da Silva insistió en que la erradicación de este mal solo necesita de voluntad política y colaboración a escala mundial: «Los países se han dado cuenta de que tener a su población bien alimentada es una fuente de riqueza». «Y cuesta muy poco -prosiguió-, mucho menos que dotar a una nación de una sanidad o una educación pública».